ETICA Y VALORES

TRABAJO OCTUBRE 24 DE 2013 10A
  ESTUDIANTES DE GRADO 11° continuando con las orientaciones de educación sexual, analicen los siguientes casos. luego haremos la discusión en el aula






Para enviar tus trabajos recuerda: eticafrayjulio@gmail.com

¡Reflexiona!


Tu Verdadero Valor


Una vez un muchacho que estaba muy deprimido fue donde un hombre que tenía fama de sabio. Cuando llegó a la casa del hombre le dijo: - Señor, vengo a que me ayude. Me siento muy mal. Soy un fracasado. Nadie me tiene en cuenta, todo el mundo me rechaza, mis hermanos me dicen que yo no sirvo para nada, que soy un idiota. En el colegio, mis compañeros me desprecian, nadie me tiene en cuenta. En verdad que soy un fiasco.

El maestro, mirando al chico le dice:
-Mira, muchacho, yo, igual que tú, también tengo problemas, así que no puedo ayudarte.

De nuevo el joven sintió que una vez más era rechazado, pero cuando ya se iba a ir del lugar el maestro lo llamó y le dijo: -Ya que estás aquí hazme un favor. Toma este anillo -dijo el sabio quitándose el anillo de uno de sus dedos- ve al pueblo en el caballo que tengo allí amarrado y trata de vender la joya. Necesito urgentemente ese dinero. Pero escucha bien esto.
¡No vayas a dar ese anillo por menos de una moneda de oro¡ ¿Está claro!?
El muchacho se puso feliz de ver que podía ser útil. Rápido se montó en el caballo y se fue al mercado del pueblo que estaba atiborrado de comerciantes. Estuvo todo el día ofreciendo el anillo, pero cuando mencionaba el precio, la gente se reía. "Se nota que no tienes idea de lo que vale una moneda de oro si pretendes cambiar esa joya", decían unos.

Otros, tan pronto mencionaba el valor del anillo, se mofaban o miraban para otro lado. Cansado de tanto desprecio, resolvió volver donde su maestro. Una vez frente a él le contó, con la cabeza agachada, de su fracasado intento de vender la joya. El sabio le dijo de nuevo:
Mira, hagamos lo correcto. Lleva este anillo donde el joyero del pueblo, él si sabe de su verdadero valor. Dile que lo avalué, pero escucha bien, no lo vendas. No importa cuánto dinero te ofrezca.

El chico, feliz, fue al pueblo y se presentó ante el joyero. Éste tomó el anillo en sus manos y cuidadosamente lo examinó con una lupa, luego le hizo una prueba con unos ácidos y finalmente exclamó: ¡Esto si que es una verdadera obra de arte¡ Se quitó los lentes y mirando al muchacho le dijo en tono muy emocionado. - Mira, muchacho. Dile al dueño de esta joya que le doy ya mismo ¡cincuenta y ocho monedas de oro por ella! Pero que si se espera unos ocho días más, le puedo subir el precio hasta ¡ setenta monedas de oro!

El chico casi se desploma cuando escuchó la oferta del joyero. Montó el caballo y corrió a galope hasta donde el maestro. Cuando le relató el suceso al hombre, el anciano sabio le dijo: - Debes tener mucho cuidado con la opinión de los demás. No todos tienen la capacidad de valorarnos en lo que verdaderamente somos. Así que no creas todo lo que te han dicho de ti.

En este día de la amistad, hay un llamado no solamente a valorar lo que somos, sino a los demás. Los verdaderos amigos no crecen en los árboles ni se hacen de la noche al día, la amistad se depura y purifica con el tiempo y las dificultades.

Valora a lo demás y valórate a ti mismo, recuerda que eres demasiado importante para TU amigo del cielo...Jesús




TOMADO DE: elmejordiadetuvida.com


La Vida...
La vida es un barco directo a la muerte y hay que aprovechar cada minuto, cada segundo. Los días pasan y la vida se convierte para muchos en una rutina, nos convertimos en marionetas, en seres sin sentido, sin emociones.
Llenos de remordimientos. ¿Por qué sucede esto? Nos dedicamos a mirar al prójimo, a criticar, la vida nos pasa por el lado y nos perdemos la oportunidad de correr a su ritmo por darle importancia a lo que no hay que darle importancia.
Dedicamos la mayor parte del tiempo al trabajo, a hacer dinero, a perdernos mirando programas de televisión sin sentido, a echarnos como perros y no hacer nada, a intoxicarnos con cigarrillos, alcohol o drogas.
¿Por qué no aprovechamos el tiempo? Hay tanto que aprender, hay tanto que ver, hay tanto que sentir. Hay sueños por realizar, hay amigos a quienes ayudar, hay tanto que mejorar en nosotros y en la sociedad. Hay que mirarnos el alma y comenzar a reconstruirnos para hacer un mundo mejor.
Nos dejamos controlar por las emociones, si nos deja un amor estamos tristes y nos echamos a morir y no vemos la experiencia como una oportunidad de aprender, una oportunidad de volver a vivir nuevas experiencias.
¡El dolor nos debe hacer más fuertes, no más débiles! El amor controla nuestra vida. Si amamos estamos alegres y si no nos aman nos desgarramos por dentro. Pero, ¿qué podemos hacer? ¡Llorar!, si llorar y desahogarnos es bueno pero no, ahogarnos con el llanto.
Permitamos que esos sentimientos de dolor salgan, se manifiesten y se vayan de tu sistema, pero vuelve a comenzar. Sigue adelante y da lo mejor de ti. ¡Aprende, aprende mucho!, la lectura te puede ayudar. El conocimiento es la base de todas las cosas.
No permitas que la ignorancia te haga perder tu vida. Logra tus metas, cumple tus sueños, llénate de sabiduría, y verás que al final del camino cuando la luz se ponga opaca y llegue el momento de morar con el Señor sólo dirás:
"Me voy tranquilo porque viví con intensidad, realicé todos mis sueños, amé con todo el corazón, luché con todas mis fuerzas y conocí el valor de la amistad, conocí el valor al trabajo, conocí el don del conocimiento, viví a plenitud y ahora puedo morir en paz".
Aprovecha cada oportunidad en la vida, disfruta de este viaje que culmina en la muerte pero nos da la oportunidad de volver a renacer en el Señor eternamente. ¡Vive!
TOMADO DE: elmejordiadetuvida.com

El Elefante de Circo
Cuando yo era chico me encantaban los circos, y lo que mas me gustaba de los circos eran los animales.
También a mi como a otros, después me entere, me llamaba la atención el elefante. Durante la función, la enorme bestia hacía despliegue de peso, tamaño y fuerza descomunal... pero después de su actuación y hasta un rato antes de volver al escenario, el elefante quedaba sujeto solamente por una cadena que aprisionaba una de sus patas a una pequeña estaca clavada en el suelo.
Sin embargo, la estaca era solo un minúsculo pedazo de madera apenas enterrado unos centímetros en la tierra. Y aunque la cadena era gruesa y poderosa, me parecía obvio que ese animal capaz de arrancar un árbol de tajo con su propia fuerza, podría, con facilidad, arrancar la estaca y huir.
El misterio es evidente: ¿Qué lo mantiene entonces? ¿Por qué no huye?
Cuando tenia cinco o seis años, pregunté a algún maestro, a mi padre o a algún tío por el misterio del elefante. Alguno de ellos me explicó que el elefante no se escapaba porque estaba amaestrado.

Hice entonces la pregunta obvia: "Si esta amaestrado, ¿por qué lo encadenan?
No recuerdo haber recibido ninguna respuesta coherente.

Con el tiempo me olvidé del misterio del elefante y la estaca... y solo lo recordaba cuando me encontraba con otros que también se habían hecho la misma pregunta.
Hace algunos años descubrí que por suerte para mi alguien había sido lo bastante sabio como para encontrar la respuesta: "El elefante del circo no escapa porque ha estado atado a una estaca parecida desde que era muy pequeño".

Cerré los ojos y me imaginé al pequeño recién nacido sujeto a la estaca. Estoy seguro de que en aquel momento el elefantito empujó, tiró y sudó tratando de soltarse. Y a pesar de todo su esfuerzo no pudo.

La estaca era ciertamente muy fuerte para él......juraría que se durmió agotado y que al día siguiente volvió a probar, y también al otro y al que seguía...hasta que un día, un terrible día para su historia, el animal acepto su impotencia y se resigno a su destino. Este elefante enorme y poderoso no escapa porque CREE QUE NO PUEDE. Tiene registro y recuerdo de su impotencia, de aquella impotencia que se siente poco después de nacer. Y lo peor es que jamás se ha vuelto a cuestionar seriamente ese registro. Jamás... Jamás intentó poner a prueba su fuerza otra vez...

Cada uno de nosotros somos un poco como ese elefante: vamos por el mundo atados a cientos de estacas que nos restan libertad. Vivimos creyendo que un montón de cosas "no podemos hacer" simplemente porque alguna vez probamos y no pudimos. Grabamos en nuestro recuerdo "no puedo... no puedo y nunca podré", perdiendo una de las mayores bendiciones con que puede contar un ser humano: LA FE.

TOMADO DE: elmejordiadetuvida.com

He Aprendido...

He aprendido que los héroes son personas que hacen lo que se tiene que hacer cuando debe ser hecho, sin importar las consecuencias.
He aprendido que aprender a perdonar requiere práctica.
He aprendido que hay gente que te quiere mucho pero que no sabe como demostrártelo.
He aprendido el dinero es un pésimo indicador de valor de algo, y mucho peor de alguien.
He aprendido que mi mejor amigo y yo podemos hacer de todo o nada y pasarlo bien.
He aprendido que a veces la gente que esperabas que te pisara cuando estabas caído es la que te ayuda a levantarte.
He aprendido que una amistad verdadera continua creciendo aún en medio de una gran distancia. Igual sucede con el amor verdadero.
He aprendido que tan sólo porque alguien no te ama de la manera que quieres que te ame, no significa que no te ame con todo lo que tiene.
He aprendido que la madurez tiene más que ver con las experiencias que has tenido y lo que has aprendido de ellas y menos que ver con los cumpleaños que has celebrado.
He aprendido que no debemos cambiar de amigos si entendemos que los amigos cambian.
He aprendido que tu familia no siempre estará ahí para ti. Parecerá extraño. pero gente que no está vinculada a ti puede cuidarte y amarte y enseñarte a confiar en las personas otra vez. Las familias no son biológicas.
He aprendido que sin importar lo bueno que sea un amigo, puede herirte de vez en cuando y debes perdonarlo por eso.
He aprendido que no siempre es suficiente ser perdonado por los otros. A veces debes aprender a perdonarte a ti mismo.
He aprendido que no importa que tu corazón esté roto, el mundo no se detiene por tu dolor.
He aprendido que nuestro pasado y circunstancias pueden haber influido en quienes somos pero somos responsables de quien seremos.
He aprendido que sólo porque dos personas discutan no significa que no se amen y tan sólo porque no discutan no significa que lo hagan.
 TOMADO DE: elmejordiadetuvida.com


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